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ENCUENTRO DE SANTUARIOS ARQUIDIOCESANO



El sábado 25 de Agosto con la concentración en el templo de la Merced Comercio y Colón a las 18:00 luego en procesión a la Catedral de La Paz para la misa a horas 19:00, cada Santuario Diocesano de La Paz estará presente con su Banner respectivo.

Durante la celebración se hará la bendición a la Primera Réplica de la Patrona Principal de la Arquidiócesis de La Paz que sale en misión fruto del V° CAM y visitando Vicarias y Santuarios replicando las conclusiones del Congreso Americano Misionero. La Imagen es un esfuerzo de todos los Santuarios es de estilo Colonial para vestir los escultores son Mary Isabel Santander y Salvador Jeremías, el vestido es confeccionado por las damas voluntarias del Señor de la Sentencia.

Durante la presentación de las ofrendas se acompañarán víveres en favor del Seminario Mayor San Jerónimo de la Arquidiócesis de La Paz.

Padre Walter Quiilla y todos los Rectores de los Santuarios junto a los agentes de pastoral vienen haciendo trabajos de reflexión en la vida Pastoral y de piedad Popular.

En todos los Santuarios  se debe fomentar con esmero la vida litúrgica principalmente mediante la celebración de la Eucaristía y de la Penitencia.

Los sacramentos son encuentros de salvación con el Dios vivo que, en el Espíritu, llega a cuantos acuden a El hambrientos y sedientos de su verdad y de su paz. Cuando celebramos un sacramento, no "hacemos" algo, sino que nos encontramos con Alguien, que es Jesucristo, que se hace presente en la gracia del Espíritu para comunicarse a nosotros y cambiar nuestra vida, insertándonos de manera cada vez más fecunda en la Iglesia.

Digamos unas palabras sobre la Eucaristía y la Penitencia

A) La celebración de la Eucaristía

La Eucaristía es el corazón de la Iglesia. No se edifica ninguna Comunidad cristiana si no tiene como quicio y eje a la Eucaristía.

En los Santuarios se celebra la Eucaristía, memorial de la muerte y resurrección de Jesucristo, presencia real y verdadera del Señor, banquete de los hijos de Dios y prenda de la vida eterna.

B) El sacramento de la reconciliación

Con frecuencia, el peregrino llega al santuario particularmente dispuesto a pedir la gracia del perdón, y hay que ayudarle a abrirse al Padre, "rico en misericordia" (Ef.2,4),que en el sacramento de la penitencia le ofrece como al Hijo Pródigo, su abrazo de amor y de perdón. El perdón concedido de forma gratuita por Dios, implica como consecuencia un cambio real de vida, una progresiva eliminación del mal interior, una renovación de la propia existencia.

En este sentido, afirmamos que los santuarios son "las huellas de la gran bondad del Señor para con nosotros", "los signos salvíficos del Dios que nos ha vivificado", "los recuerdos de la misericordia del Seño para con nosotros" (S. Gregorio de Nisa).

Los santuarios están llamados a ser lugares de grandes conversiones.

3. El Santuario implantado en el corazón de la Iglesia

Los santuarios son como señales que orientan y guían el caminar de los cristianos por este mundo hacia la Casa del Padre, "promoviendo la experiencia de convocación, encuentro y construcción de la comunidad eclesial" (Pontificio Consejo para las migraciones. El Santuario, 1).Todos los Santuarios, por tanto, deberán estar abiertos y en comunión con la Iglesia Particular, o Diócesis, presidida en el amor por el Obispo.

De aquí se derivan una serie de compromisos para todos:

Los objetivos pastorales y las grandes necesidades de la Diócesis han de encontrar acogida y respuesta generosa en las Cofradías y en los peregrinos. De este modo, favorecen la apertura real y verdadera a la Diócesis.

Los Santuarios están llamados a prestar un valioso servicio a la Iglesia Diocesana, cuidando la proclamación de la Palabra de Dios, celebrando de forma digna los sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía, promoviendo una intensa vida espiritual y ayudando a los fieles a comprometerse en la transformación de la sociedad según el designio de Dios.

En el Santuario, cada uno puede discernir y madurar la propia vocación y hacerse disponible para realizarla al servicio de la misión de la Iglesia, que se hace cercana a los hombres y mujeres a través de las Parroquias, donde se integran y se articulan las diferencias humanas en la comunión eclesial (AA 10).

Las Juntas y Cofrades han de participar, de acuerdo la normativa vigente, en los organismos de comunión y de corresponsabilidad de la Iglesia Diocesana.

Por todo ello, en los santuarios se ha de promover la integración de los fieles en la vida de la Parroquia y de la Diócesis.

4. El Santuario, lugar de evangelización

Para responder hoy a los nuevos desafíos de la secularización, es necesario que los santuarios sean lugares de evangelización, auténticas ciudadelas de la fe, en el sentido global que esta palabra tenía en labios de Jesús cuando decía: "convertíos y creed en el Evangelio" (Mc.1, 15),y recuerdan Pablo VI en la "Evangelii Nuntiandi" y Juan Pablo II en la "Redemptoris Missio".

Los responsables de la pastoral de los santuarios han de cuidar encarecidamente la acogida,la hospitalidad y el servicio generoso a todos aquellos que se acercan a estos centros devocionales.

El santuario debe ser siempre espacio evangelizador y origen de caminos misioneros.

El cofrade y el peregrino, están llamados a comunicar a otros la experiencia que han vivido en el camino y en el Santuario, como los discípulos de Emaús. Ellos han de transmitir, como testigos, en la familia, en la comunidad cristiana y en la sociedad lo que han visto y oído.

Los Santuarios son lugares excelentes para transmitir la fe y para hacer efectiva la nueva evangelización, a la que con tanta frecuencia nos llamaba san Juan Pablo II, con ardor apostólico, con atrevimiento evangélico y con fortaleza de ánimo.

En este sentido, los Sacerdotes y las Cofradías -Juntas y Cofrades- al unísono han de fomentar la renovación de los Santuarios para que sean cada vez más:

Lugares donde resuene con fuerza y claridad la Palabra de Dios, ámbitos en los que se renueve la religiosidad popular.

5. El Santuario, lugar de propuesta vocacional

El Santuario es también el lugar idóneo para la promoción de las vocaciones de especial consagración: Sacerdotes, Religiosos, Religiosas.

6. El Santuario, lugar de la caridad

¿Podremos ser felices en un mundo donde tantos seres humanos pasan hambre?

Un pensador español decía que "el tema ético de nuestro tiempo es la pregunta de si puede considerarse verdaderamente bueno el hombre que acepta, cuando menos con pasividad y con su silencio, una situación social tan injusta" (López Aranguren).

Nadie duda de que Jesús estuvo cerca de los pobres, que los acogía y los ayudaba. Pero hay algo mucho más significativo: Jesús se puso de parte de los pobres.

En fidelidad a Jesús, la Iglesia "ha de testimoniar la radical novedad del Evangelio promoviendo la comunión de bienes y el amor preferencial por los más pobres" (Programa Pastoral Diocesano/ Coria-Cáceres).

Por ello, hemos de esforzarnos en vertebrar de forma coherente la relación caridad-justicia-derechos humanos, o la relación asistencia-promoción personal-reinserción social, tareas que hoy se exigen al amor cristiano, si éste ha de ser creíble.

7. El Santuario, profecía de la Patria celestial

El santuario es también profecía del Reino de los cielos.

No tenemos ciudad permanente aquí, sino que buscamos una ciudad nueva, última y definitiva, que es el Reino de Dios, "donde ya no hay dolor ni llanto, ni enfermedad ni muerte", sino "alegría y paz, vida y santidad".

La comunidad cristiana que celebra a Dios en el santuario recuerda que es Iglesia peregrina hacia la Patria prometida, y que no puede instalarse en este mundo.

Cada vez que la Comunidad de los creyentes se reúne en el santuario, trae a la memoria y al corazón otro santuario no hecho con manos humanas: la ciudad futura, la Casa de Dios a donde se ha ido Jesucristo para prepararnos sitio, porque Él quiere que estemos nosotros donde Él está. Un día vendrá y nos llevará con Él.

8. El Santuario, lugar de empeño ecuménico

El camino de la Iglesia, de modo especial en nuestra época, está marcado por el signo del ecumenismo; los cristianos buscan las vías para reconstruir la unidad, por la que Cristo invocaba al Padre..."que todos sean uno" (Jn.17,21).

El compromiso ecuménico puede hallar en los santuarios un lugar de promoción excepcional, puesto que en ellos se favorece la conversión del corazón y la santidad de la vida que son "el alma de todo el movimiento ecuménico" (UR 8).

9. El Santuario y la ecología

La mayoría de los santuarios están ubicados fuera de las ciudades, en plena naturaleza, en lugar solitario, agreste. "Hay una profunda comunión entre santuario y paisaje. La naturaleza nos habla de Dios, de modo silencioso; el santuario significa también esa manifestación cósmica de Dios con palabras hechas piedra que nos hablan de modo eficaz y profundo de Dios" (Directorio de pastoral de la religiosidad popular y evangelización. Diócesis de Jaén,1995).

Este hecho facilita la proclamación y la experiencia de Dios creador, providente, magnánimo, origen de la belleza...

La pastoral de los santuarios se constituye así en un caudal formidable para la orientación de la sensibilidad ecológica y para la educación en el valor de la Vida humana, nacido o no, socialmente útil o no, puesto que es la cumbre de la creación divina.

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