TRABAJO DEL CAM 4



Maracaibo.- Siendo la primera intervención de la tercera jornada del IV Congreso Americano Misionero que se celebra en el Palacio de Eventos, ante casi tres mil peregrinos, el padre salesiano Raúl Biord disertó sobre “la urgencia de la misión en los ámbitos de la Nueva Evangelización y la Misión Ad Gentes”.

El padre Biord se ha enfocado magistralmente en explicar los caminos de la Nueva Evangelización desarrollado en cuatro dimensiones: misionera, pastoral, litúrgica y profética.

A continuación presentamos un breve resumen de estas dimensiones.

Dimensión misionera: vayan a todas las gentes
La Palabra de Dios no está dirigida sólo a una élite de iniciados y bautizados, sino a todos los hombres de buena voluntad, es decir a todos en cuanto amados por el Señor (cf. Lc 2,14) somos destinatarios de su revelación y de su salvación.
También esto pasó con Jesús, elegido desde la eternidad y que desde la eternidad había pronunciado su sí a la misión, pero sólo en una hora histórica de su existencia terrena fue encargado de la misión: en el momento de su bautismo en el Jordán, cuando el Espíritu descendió del Padre sobre él, y de ahí en adelante “lleno de Espíritu Santo” (Lc 4,1) recorrió los caminos de su misión.
Una Iglesia misionera no puede esperar pasiva y cómodamente a que la gente venga, sino que sale al encuentro de todas las gentes, a las periferias que el Papa Francisco nos llama. La pregunta que todo bautizado y toda comunidad cristiana debe hacerse es ¿A qué personas, ambientes y pueblos somos enviados hoy? No se trata de que cada uno se dé la respuesta, solo en la oración y el discernimiento comunitario el Espíritu nos dirá a que misión nos manda. La misión no la elige cada uno, la que más le guste o donde se sienta más realizado, la misión la recibimos de Dios a través de la Iglesia.

Dimensión pastoral: hagan discípulos
“La mies es mucha y los obreros pocos. Rueguen, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies” (Mat 9, 35-38). Uno de los cometidos de la nueva evangelización es la oración al padre para que envíe evangelizadores, una oración que nace de la compasión ante las muchedumbres necesitadas y de la proclamación del Evangelio.
El Papa Benedicto XVI en su discurso inaugural afirmó: “El discípulo, fundamentado así en la roca de la palabra de Dios, se siente impulsado a llevar la buena nueva de la salvación a sus hermanos. Discipulado y misión son como las dos caras de una misma medalla: cuando el discípulo está enamorado de Cristo, no puede dejar de anunciar al mundo que sólo Él nos salva (cf. Hch 4, 12).

Dimensión litúrgica: bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
“El mandato de bautizar a todas las gentes no puede ser entendido, por supuesto, desde la actual praxis bautismal que se diferencia de la praxis de la Iglesia primitiva. En ésta, el bautismo representaba la conclusión litúrgico-sacramental de una larga preparación que culminaba con la renuncia al diablo y a toda su pompa”.
El entonces Cardenal Ratzinger en su libro Caminos hacia Jesucristo cita a Hugo Rahner que ha mostrado cómo el bautismo se trataba de una renuncia al teatro pagano, a los juegos de circo, al espectáculo de la violencia, de la crueldad, del entrenamiento banal. El que se bautizaba debía renunciar a los trastornos de una cultura pagana. Suponía una conversión radical: un verdadero corte, iniciar una vida nueva, alejarse del mal y volver a Dios, y con ello imprimir un giro de ciento ochenta grados a la propia vida, una reorientación, un nuevo nacimiento65. Recibir el bautismo era comprendido como un corte, una purificación, un recibir el Evangelio y orientar la vida desde sus criterios.
La acción pastoral de la Iglesia ha estado centrada por muchos años (y tal vez todavía lo está) en lo que es el culmen de la liturgia: en los sacramentos, y de manera particular en el Bautismo y la Eucaristía. Pero tal vez hemos olvidado que la nueva evangelización debe ser mistagogía, iniciación pedagógica a los misterios. Ahora la pastoral la hacemos consistir en celebrar una misa, y es verdad el adagio tantas veces repetido por Henri De Lubac que “la Iglesia hace la Eucaristía y la Eucaristía hace la Iglesia”, sin embargo para un mundo descristianizado, no iniciado, no es suficiente.
La nueva evangelización exige ampliar y hacer más diferenciado el repertorio de celebraciones de la fe promoviendo nuevamente los sacramentales, pues no todos están preparados para participar fructuosamente de los sacramentos y otros están excluidos por diferentes condiciones

Dimensión profética: enséñenles a guardar todo lo que les he mandado
Profeta es quien se confía totalmente a Dios y repite sus palabras, un experto de Dios porque experimenta su gloria (Ez 1,26-28). Está convencido profundamente de que Dios guía la historia y la orienta hacia un futuro, hacia el día del Señor, por eso interpreta los acontecimientos con sentido teologal.
Estamos llamados a una vida discipular y misionera radicalmente profética, capaz de mostrar a la luz de Cristo las sombras del mundo actual y los senderos de vida nueva, para lo que se requiere un profetismo que aspire hasta la entrega de la vida, en continuidad con la tradición de santidad y martirio de tantas y tantos a lo largo de la historia del Continente (cf. Documento de Aparecida, 220). El profetismo cristiano al que estamos llamados nos sitúa al servicio de la vida, con la misma pasión de Jesús, vida del Padre, que se hace presente en los más pequeños y en los últimos.

La fe, al encarnarse en las culturas, debe rescatar los valores humanos y cristianos ensombrecidos, y al mismo tiempo corregir los errores y denunciar los antivalores inhumanos y deshumanizadores pues son antievangélicos. La evangelización de la cultura debe asumir para su transformación “los graves problemas de violencia, pobreza e injusticia; la creciente cultura de la muerte que afecta la vida en todas sus formas”. En particular debe reconocer y hacerse cercana a los nuevos rostros de la pobreza, a los rostros sufrientes que nos duelen: personas que viven en la calle, migrantes, enfermos, adictos dependientes, detenidos en las cárceles, desplazados, sin techo y sin tierra.

Finalmente agregó que “se trata de no quedarnos encerrados en la particularidad de la propia cultura sino a trascenderla. Ir más allá de la propia cultura, sin perder sus valores, y asumir una perspectiva más amplia. Esto pide como primer paso reconocer la diversidad de culturas con actitudes de tolerancia y respeto (multiculturalidad)”.

Congreso Misionero: “la Iglesia no tiene una misión, la misión tiene un Iglesia”

Maracaibo (Diario Católico).- En el tercer día del Congreso Americano Misionero las ponencias han hecho referencia a “la urgencia de la misión en los ámbitos de la nueva evangelización y la misión ad gentes” y “la necesidad de una Iglesia americana en permanente estado de misión”.

Así el padre Raul Biord, ponente de este congreso, durante su intervención insistió que “la Iglesia no tiene una misión, la misión tiene un Iglesia”. Explicó el sacerdote que “la Iglesia es un instrumento o sacramento para esa misión. Hay una Iglesia porque hay una misión, y no viceversa. Participar en la misión es participar en la dinámica del Dios-amor hacia la gente, porque Él es el manantial del amor”.

Así mismo reflexionó que la “Iglesia es enviada en misión, porque Dios es en sí mismo un Dios que envía. La historia de la salvación es una cadena remisora de misiones”.

Por su parte ponente Consuelo Vélez, resaltó que ante una Iglesia en permanente estado de misión “el Testimonio es fundamental”. Dijo, “anunciar aquello que se experimenta, predicar aquello que se practica… testimonio de amor a los pobre, de servicio a los últimos, de compromiso con la realidad”.

Otro ponente de este tercer día del Congreso Mesonero ha sido el hermano Israel Nery, quien disertó sobre la “misión de la vida religiosa consagrada”. Señalando que la vida religiosa es por su misma naturaleza misión ad gentes.

En la tarde se siguió desarrollándose los foros de trabajo, y el compartir de los diversos testimonios misioneros desde sus experiencias de fe. El comité organizador del 4°Congreso Americano Misionero y el 9°Congreso Misionero Latinoamericano ha informado que participan en el evento tres mil personas de veinticuatro países

Testimonios de Obispos, sacerdotes y religiosas en el Congreso Misionero

Maracaibo (Diario Católico).- La presencia de los obispos ha sido significativa en el desarrollo del Congreso Americano Misionero, quienes han acompañado a las delegaciones de las diversas diócesis venezolanas y de otras naciones. Los Obispos han participado en encuentros especiales con el Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, monseñor Fernando Filoni, y directores de las Obras Misionales Pontificias.

El Obispo de la Diócesis de San Cristóbal, monseñor Mario Moronta, participante del congreso cree que el encuentro ha sido una invitación a “abrir las dimensiones misioneras en nuestra diócesis, ya es la hora que sacerdotes, religiosas y laicos nos lancemos a la aventura misionera donde Dios nos impulse. Ha sido una experiencia muy importante, el mensaje ha sido muy claro ir al encuentro de los demás”.

Así mismo exaltó la buena organización del evento: “una buena presencia y una buena organización y en Maracaibo de manera especial donde ha aumentado el calor, por la especial acogida a los visitantes de otras regiones de Venezuela y de otras naciones latinoamericanas”.

Otro Obispo participante congreso misionero, monseñor Joaquín Gimeno Lahoz – presidente de la comisión episcopal de misiones en Argentina, indicó que de no colocar la pastoral en clave misionera los templos se pudiera quedar vacíos. Expresó, “Si la Iglesia de Jesucristo no es misionera, no es Iglesia. De manera especial ahora que el Papa nos pide acentuar la invitación del Documento de Aparecida: ser discípulos y misioneros. Nosotros en Argentina con planes de pastoral queremos poner toda nuestra pastoral en clave misionera porque nuestros templos se nos pudieran quedar vacíos sino despertamos”.

Por su parte el sacerdote Felipe Ojeda, director del departamento de Misión y Espiritualidad de la Consejo Episcopal Latinoamericano, quien de igual manera participa en el congreso señaló que con este evento la Iglesia latinoamericana llega “a una etapa de un relanzamiento misionero para que se vuelva nuestro trabajo evangelizador una misión permanente, reconfirmando la característica misionera de nuestro continente, de manera especial con nuestro testimonio de fe, y en esa medida estamos evangelizando”.

Durante el congreso Obispos, sacerdotes y religiosas han compartido su fe, y su experiencia misionera. Diversos testimonios fueron dados a conocer, entre ellos el de la muerte “martirial” del obispo de Aguarico, Mons. Alejandro Labaka y de la religiosa terciaria capuchina Hna. Inés Arango. Heroicos misioneros que no dudaron en arriesgar su vida para tomar contacto con un pueblo oculto de la selva amazónica para evangelizar.

Presidente del Episcopado Venezolano: la tarea misionera no está cumplida

Maracaibo (Diario Católico).-El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Diego Padrón, ha manifestado su satisfacción por la realización del Congreso Americano Misionero que a su parecer será “punto de partida para la vida misionera de nuestro país”, pues la “tarea misionera en Venezuela no está cumplida”.

“Notamos la toma de conciencia del llamado a ser discípulos de Jesucristo, y que lleva el evangelio siendo misionero. No solo con un discurso, sino para transformar la sociedad con el testimonio. Esto va calando paulatinamente, pero veremos los frutos con la perseverancia”, indicó monseñor Padrón a Diario Católico.

Así mismo el presidente del episcopado venezolano, resaltó que el congreso misionero “en la Iglesia venezolana es un punto de arranque. Desde el Concilio Plenario de Venezuela nos hemos planteado la misión. Y estamos seguros del impulso del sentido misionero de los católicos venezolanos, que nos compromete con el trabajo misionero en toda las regiones”.

Manifestó que el Prelado que “la tarea misionera no está cumplida en Venezuela, en muchos lugares no conocen a Jesucristo y en diversas instancias hace falta el verdadero compromiso. Debemos comprometernos con Jesucristo y el anuncio de su evangelio”.

Siendo sede Venezuela ha tenido una gran representación de misioneros, laicos, seminaristas, religiosas, sacerdotes y obispos en el Congreso Americano Misionero.

Presidente del Episcopado Venezolano: la tarea misionera no está cumplida

Maracaibo (Diario Católico).-El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Diego Padrón, ha manifestado su satisfacción por la realización del Congreso Americano Misionero que a su parecer será “punto de partida para la vida misionera de nuestro país”, pues la “tarea misionera en Venezuela no está cumplida”.

“Notamos la toma de conciencia del llamado a ser discípulos de Jesucristo, y que lleva el evangelio siendo misionero. No solo con un discurso, sino para transformar la sociedad con el testimonio. Esto va calando paulatinamente, pero veremos los frutos con la perseverancia”, indicó monseñor Padrón a Diario Católico.

Así mismo el presidente del episcopado venezolano, resaltó que el congreso misionero “en la Iglesia venezolana es un punto de arranque. Desde el Concilio Plenario de Venezuela nos hemos planteado la misión. Y estamos seguros del impulso del sentido misionero de los católicos venezolanos, que nos compromete con el trabajo misionero en toda las regiones”.

Manifestó que el Prelado que “la tarea misionera no está cumplida en Venezuela, en muchos lugares no conocen a Jesucristo y en diversas instancias hace falta el verdadero compromiso. Debemos comprometernos con Jesucristo y el anuncio de su evangelio”.

Siendo sede Venezuela ha tenido una gran representación de misioneros, laicos, seminaristas, religiosas, sacerdotes y obispos en el Congreso Americano Misionero.



P. Luis Estvez

Publicar un comentario

© Arzobispado de La Paz. Compartiendo el evangelio en Bolivia. Premium By Raushan Design