MENSAJE DE LA C.E.B. POR NAVIDAD



NAVIDAD EN FAMILIA

“Fueron presurosos y encontraron a María, a José y al recién nacido acostado en el pesebre”

Lc 2, 16

La Fiesta de la Navidad es para la Iglesia Católica, ante todo, la celebración gozosa del misterio de la encarnación del Hijo de Dios entre nosotros y constituye una oportunidad de renovación esperanzadora de nuestra fe y de sus consecuencias en todos los ámbitos de nuestra existencia: personal, familiar, comunitario y social.

La Secretaría General de la Conferencia Episcopal Boliviana aprovecha esta oportunidad de las fiestas de fin de año para felicitar a todos los bolivianos y desearles una Navidad de esperanza y un Año 2017 próspero y bendecido por Dios.

Un año más, la Navidad nos invita a mirar el acontecimiento salvador de Belén. Allí vemos a un Dios que se ha querido hacer pobre. Siempre que contemplamos ese feliz hecho con ojos limpios somos invitados a despojarnos de nuestra soberbia y nuestros delirios de poder y grandeza para hacernos pequeños y reconocer que, ante Dios, somos realmente pobres.

Estamos invitados a mirar a los pobres y a tener entrañas de misericordia, como hemos meditado en este Año Jubilar de la Misericordia. Estamos invitados, desde el pesebre, por Jesús de Nazaret, a seguir trabajando por la promoción y la inclusión de los más pobres de la sociedad boliviana, para construir una sociedad justa y de verdadero progreso para todos, especialmente, los trabajadores, los que todavía tienen precarios trabajos informales y las mujeres.

Dios quiso hacerse niño y estamos invitados a mirar a los niños y a garantizarles, en primer lugar la vida, una vida digna y feliz para todos ellos, sin violencia en la familia, con salud, educación de calidad y sin que tengan que trabajar a temprana edad.

Celebrar la Navidad es más que una costumbre, una tradición o un tiempo de descanso en familia, implica un acto consciente de fe y un compromiso firme y coherente para creer en un Dios que se hizo humano entre los humanos, una ocasión para optar permanentemente por lo pequeños y frágiles de nuestra sociedad, una oportunidad para renovar todas nuestras relaciones a la luz de la vocación de fraternidad y de servicio que trae consigo este acontecimiento.

Y no olvidemos que Dios, en Belén, quiso encarnarse en una familia lo que nos invita a construir familias sólidas y felices, como el Papa Francisco nos ha dicho en la Exhortación “Amoris Laetitia”, fundamento de una sociedad sana y feliz. Los Obispos de Bolivia hemos reflexionado este año, en nuestra última Asamblea, sobre los problemas de la familia y hemos invitado a construir en cada Iglesia Local y en cada parroquia una pastoral bien constituida dirigida a ayudar a la familia a caminar unida y a ayudar a los padres en la tarea de la educación de sus hijos.

Nuestra sociedad necesita renovar el apoyo a la familia, Escuela de Educación en Valores, respetando el derecho de los padres a educar a sus hijos. El papa afirma con claridad en la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia: “Me parece muy importante recordar que la educación integral de los hijos es «obligación gravísima», a la vez que «derecho primario» de los padres. El Estado ofrece un servicio educativo de manera subsidiaria, acompañando la función indelegable de los padres, que tienen derecho a poder elegir con libertad el tipo de educación — accesible y de calidad— que quieran dar a sus hijos según sus convicciones” (AL,84)

Deseamos a todos una Navidad en familia viviendo los valores de: reconciliación, diálogo, compartir fraterno, sinceridad y, sobre todo, la verdad como base de la unidad familiar. Que el Niño Dios sea acogido en el corazón de todos los bolivianos y que esta Noticia nos renueve y llene de alegría.

¡Feliz Navidad y un próspero Año 2017!, ¡Dios bendiga a Bolivia!

Secretaría General

Conferencia Episcopal Boliviana

La Paz, 20 de diciembre del 2016

Publicar un comentario

© Arzobispado de La Paz. Compartiendo el evangelio en Bolivia. Premium By Raushan Design