HOMILIA DE MONS. EDMUNDO EUCARISTÍA DE APERTURA DE LA PUERTA SANTA CATEDRAL

Hermanos y hermanas: Y vamos a encontrar una cantidad de cosas fuertes: desde antes de nacer, nuestros padres, nuestros antepasados, abuelitos, tátara abuelos, quién sabe cómo ha llegado la vida, la vida humana Para cada uno para casa una ustedes: ¡Cómo el Señor nos ha ido acompañando desde pequeños? ¿Cómo hemos nacido? Quizás muchas veces en medio de las dificultades  nuestro sufrimiento está siempre el amor de Dios, está siempre la misericordia de Dios.

El permite que pasemos muchas veces por el dolor, por la Cruz,  cómo él ha pasado en su vida, por el rechazo, el desprecio, por el sufrimiento la Pasión y la Cruz. Queridos hermanos, hermanas en las buenas, en las malas Dios está con nosotros. Y no hay nada más grande que ese amor infinito, ese amor  tan grande en nuestras vidas. ¡Que nos da confianza! que nos hace creer en él, ¡que nos llena de esperanza para seguir adelante! pase lo que pase. Es el amor infinito de Dios en nuestras vidas, pero muchas veces puede pasar que nos sentimos indignos, porque le hemos fallado al Señor, porque hemos cometido pecado más pequeño o más grande.

Pero el amor de Dios es tan grande, que supera todo el mal que hayamos podido hacer, aunque tus pecados sean rojos como la sangre de nuestras alfombras que están aquí. Mi misericordia y mi amor dice el Señor: “Es mucho más grande” y va a borrar tus pecados y va a limpiar tus faltas. Y va a volver tu espíritu blanco como la nieve de nuestras montañas.

Queridos hermanos: El año de la misericordia es para que cada uno de nosotros se sienta atraído, se sienta llamado, llamada, invitado por él Señor,  para acercarse a Él, Para pedir perdón por nuestras faltas, para pedir perdón por nuestros pecados, para pedir perdón por los crímenes que hubieran podido haber, quizás en nuestras propia vida o en la vida de los hermanos y hermanas de nuestro alrededor. Queridos hermanos el año de la misericordia es para pedir perdón por todos los pecados del mundo, por tanta injusticia, por tanta mentira, por tanto engaño, por tanto egoísmo que existe a nuestro alrededor, por tanta violencia ¿Qué sucede? Nosotros tenemos que decirle: Perdónanos, Señor perdona Señor a tu pueblo. Pedir perdón al Señor, para sentir la misericordia de Dios en nuestras vidas. Y cuando pedimos perdón ¿Qué debemos hacer? Conviértanse de corazón al Señor en el Evangelio él dice conviértanse.

Acercarse a Dios, pero además nos está diciendo el Evangelio; acercarse a los demás: Si has engañado a los demás Si haces daño a otros con tu egoísmo, o con la violencia o la injusticia cambia tu manera de ser, que puedas cometer, cambia tu manera de vivir. Si ves a los otros como tus enemigos, como adversarios, transforma tú visión piensa que el que está a tu lado es tu hermano, es tu hermana. Si a tus vecinos los ves como extraños velos como Puedes cambiar tú vida.
Queridos hermanos, Queridas hermanas es en primer lugar para acercarnos a Dios. Hacerles llegar la misericordia de Dios a los hermanos, queridos hermanos se ha realizar lo que nos decía la primera lectura entonces podemos tener la primera alegría. En medio de nuestra vida damos gracias a Dios porque el permite que pase en nuestras vidas. Entonces podemos estar alegres, podemos estar contentos, Hoy día estamos en tercer domingo de Adviento empieza con esa palabra Alégrate, porque la Salvación está a tu alcance.


Queridos hermanos hermanas: Quiero desearles que muestren las puertas abiertas, para que nuestros hermanos que se han alejado se acerquen a rezar al Señor por ustedes mismos ganar el perdón de Dios, hemos habilitado varios lugares para poder ganar la indulgencia y hermanos hemos de rezar por el Papa Francisco, por los Obispos, por éste servidor, por los hermanos sacerdotes y vamos a rezar al Señor para que nos mande más servidores. Y que el Señor bendiga a nuestra comunidad reunida en ésta catedral dedicada a nuestra Señora de La Paz.

Publicar un comentario

© Arzobispado de La Paz. Compartiendo el evangelio en Bolivia. Premium By Raushan Design