LA RELIGIOSIDAD POPULAR, FE Y CULTURA EN EL ALTO
Comunicación- Diócesis de El Alto, 02 de julio de 2015 - Mezcla de creencias ancestrales propias de la cultura aymara y el cristianismo dieron como resultado un sincretismo religioso manifestado en el diario vivir del pueblo alteño, son expresiones de una religiosidad fuertemente arraigada en el sentir de las personas que habitan en esa urbe.
El pueblo católico alteño se prepara para recibir con entusiasmo al Papa Francisco mismo que tiene previsto durante su visita a Bolivia pronunciar mensajes en aymara, quechua y guaraní, mostrando con ello la valorización de la cultura propia de los pueblos, sus tradiciones, sus valores, sus signos y símbolos que definen su forma de ver el mundo.
En la Carta Pastoral “Los Católicos en la Bolivia de Hoy”, resultado de la Asamblea de Obispos de la Conferencia Episcopal Boliviana del 2011, la Iglesia Católica aprecia y valora los ritos ancestrales de los pueblos pues los considera preparación y anticipo a la semilla de Jesucristo y su evangelio. En el mencionado documento se observa que tales culturas ofrecían, y ofrecen en su base, junto a otros aspectos necesitados de purificación, aspectos positivos como la apertura a la acción de Dios, el sentido de la gratitud por los frutos de la tierra, el carácter sagrado de la vida humana y la valoración de la familia, además del sentido de solidaridad entre otros.
Al respecto, el Vicario General de la Diócesis de El Alto, Pascual Limachi, insta a la comunidad católica alteña a profundizar los aspectos de la religiosidad popular, afirma que los cristianos católicos creemos en un Dios Padre, misericordioso, que ama y perdona. “La tierra Pacha Mama no es dios, es obra de Dios (criatura de Dios) lo mismo que la montaña, el mar, etc”. Por lo tanto no se pueden mezclar las cosas, como tampoco se puede decir que es el mismo Dios para todos, concluyó el Padre Limachi.
Así se tiene que el pueblo católico de El Alto, cree en Jesucristo, ha cristianizado su idioma aymara componiendo alabanzas nacidas del sentimiento comunitario, vive su religiosidad popular en medio de oraciones a Dios, a la Virgen María y a los Santos con ofrendas de pétalos de flores, saumerios, inciensos y acullicus propios de la cultura andina.
Lic. Nataly Carrasco Vaca